_ historia de amor

_ historia de amor

Frente a la indiferencia hacia la naturaleza y hacia el ser vivo en general, Mariela Constant responde con un gesto reparador. Pacientemente teje con hilos, hierbas y musgos preparando el necesario abrigo. Pero esta vez el elemento natural no sólo abriga; también recuerda nuestras raí¬ces, nuestro apego a la tierra. Constant manifiesta así¬ su deseo de que volvamos a vestirnos de naturaleza.

A través de diferentes medios -objetos, fotografías, videos, instalaciones- ella pone en imágenes experiencias discernibles en nuestra cotidianeidad.

Siente que si tuviera que resumir en pocas palabras la inequidad, la falta de protección, podría decir “falta de amor”. Al tejer, al añadir hebras o hierbas, va configurando una imagen crí¬tica pero no negativa del mundo. No sólo habla de problemas y de temores sino también de deseos y de esperanzas.

En Historia de amor III la hierba se convierte en hilo perfumado de una trama que sirve a la construcción de objetos, nuevos frutos fabricados que descansan en el fondo de un recipiente cerrado mientras sus prolongaciones logran salir al exterior. La acción humana, en este caso, no asfixia. Recupera, recrea, libera.

El trabajo reparador comienza con un acto primario de amor: prestar atención.

Elena Oliveras
Miembro de la Asociación Argentina de Críticos de Arte

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