_críticas

Mariela Constant cree en la posibilidad de un mundo mejor, en la utopía de un destino más humano, integrado y feliz. Siente la injusticia social, con la consecuente ramificación en la violencia. Piensa con preocupación en “niños que trabajan desde muy pequeños en la calle, cuando deberían estar jugando calentitos y acompañados”.

Frente a la indiferencia hacia la naturaleza y hacia el ser vivo en general, Mariela Constant responde con un gesto reparador. Pacientemente teje con hilos, hierbas y musgos preparando el necesario abrigo. Pero esta vez el elemento natural no sólo abriga; también recuerda nuestras raí¬ces, nuestro apego a la tierra. Constant manifiesta así¬ su deseo de que volvamos a vestirnos de naturaleza.

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